domingo, 12 de septiembre de 2010

Cerezas Verdes

Ante mí  se despierta la ciudad infinita, grande como nunca y tan iluminada como siempre.
La gente camina despreocupada rumbo hacia ningún lugar. No se escucha ningún ruido, salvo los pasos de una multitud marchando.
Los árboles cobijan a los pájaros que cantan una linda melodía. En el cielo brilla el sol; un sol rojo, más rojo que nunca. En la ría zarpan los barcos, los barquitos y demás seres marinos cara nuevas exploraciones.

En mi mano tengo un racimo de cerezas verdes que nunca se acaba por mucho que las arranque.

Infinito...

2 comentarios:

  1. Yo quiero de esas cerezas inacabables... la vida sería mejor así ;)
    Te sigo!

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  2. Infinito como el tiempo, las almas, el amor, qué sé yo :D

    ¡Un deleite leerte!

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