lunes, 11 de octubre de 2010

Estruendo De Las Luces Rojas

Fotos en sepia. Recuerdos enmarcados.
Imagenes a escala trescientos.
Polvo en los baúles. Estallidos en el cielo.
Viejas glorias dicen haber sido. 


Retortijones cáusticos por los remordimientos.
Sombra que no deja conciliar el sueño.
Luces encendidas por todo el espacio.
Luces que ayudan a disipar esa claridad.


Quiebra. Quiebra de huesos y de conciencias.
Obligando a que Cronos acelere su marcha.
Ni el peor veneno ayuda a olvidar.
Caída de estrellas y de fósforos.


Todo retumba. Minutos después, amargo y doloroso silencio.

4 comentarios:

  1. Nunca jamás quiero oír el silencio...

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  2. Dede... con el tiempo comprenderás que muchas veces el silencio, habla mejor que cualquier leader de masas... Es necesario para conocer nuestro belleza interna. No obstante te entiendo perefectamente. Antes tambié hacía lo mismo.

    Bikiños de vagalume.

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  3. vaya...no se por que,pero tu texto me transmitio mucha angustia...
    ni el peor veneno ayuda a olvidar,que verdad mas grande...

    un beso!

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  4. Pero no siempre es malo. Incluso hay mucha sabiduría en el silencio. Recuerda que no por hablar constantemente, nos estamos comunicando, muñeca.

    ¡Mucha luz!

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