lunes, 9 de agosto de 2010

Un Trozo De Arena Y Un Puñado De Mar

El mar se extiende ante mi. No alcanzo a ver el final, sólo puedo ver su principio.

El mar infinito se deja ver en todo su esplendor en la noche eterna. En ese momento es cuando le gusta recoger los pedazos de si mismo. Esos pedazos que han quedado recordados por nadie y olvidados por todos.
El mar es el único que le da consuelo. Lo escucha, lo llora,lo canta, lo siente, lo mece, lo refresca.  Cuando se enfurece, el mar se enfurece con él.  Compañero, amante, amigo...

En esta noche... Mar en calma, la luna no brilla, las sirenas no cantan, los peces no hablan y el viento no sopla. Sólo hay silencio. Demasiado silencio.

Él decide adentrarse a su encuentro. 

Él se queda, para siempre, con un trozo de arena y un puñado de mar.

1 comentario:

  1. no hay comentarios porque nadie se atreve a anadir nada...
    Me parece que estoy yo tambien en frente al mar de Vigo

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