Tengo tantos recuerdos pero nadie a quién recordar.
Sé tantos nombres pero no tengo a quién nombrar ni a nadie que me nombre.
Rodeado de gente estoy. Sí, soy yo el que grita pero nadie me oye. Veo pasar a la gente caminando, decidida a dónde ir, pero yo no ando. Aquí sigo después de tantos años, esperando a que alguien me dé su mano.
Luz a lo lejos, ruido de motores, un niño que llora, su madre que corre. Nadie oye.
Silencio, silencio. El niño no llora, la madre se ha ido y los motores se han apagado.
Y yo sigo aquí, aún sigo esperando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario