sábado, 11 de septiembre de 2010

Mi pequeña niña de coletas
cantan vestidos de oro
ángeles en tu alma blanca

Como me gustaría detenerme
en este momento
que la vida no pasara
y jugar las dos con el viento
en un interminable sonido
de arpas aladas.

Mi preciosa niña
que viniste con las hadas
porque ellas te trajeron
una mañana al alba
para alegrar mi vida
llena de esperanza.

Que suerte tenerte
mi niña
suerte que nunca se acaba

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