Susúrrame al oído tus palabras infinitas. Aquellas preguntas que lanzabas al aire, aquellas que yo no respondía. Perdida, grité: ¡Ayúdame, ayúdame a volver a aquel lugar dónde era feliz! Vuelve a traer la respuesta a mis labios cerrados y a mi boca, que enmucede sólo con oír tus pasos alejándote.
Acercate! Quiero sentir tu aliento en mi piel y que tus manos acaricien el sol. Cuidado! No te quemes por favor.
LLevame lejos, al lugar donde los árboles son azules y el paraíso existe!
Escribe, escribe para mí! Nunca dejes de hacerlo porque yo nunca lo haré. Repite tus palabras, repítelas una y otra vez! No me dejes caer en el olvido.
Escribe para mi...Aquellas palabras de ayer!
Estoy segura que tus palabras llegarán hasta plumas o teclados que saben oir, y que escribirán una y otra vez para ti.
ResponderEliminarUn beso
Hola Dede!!!
ResponderEliminarEstá claro que si una persona conoce la entrega, practica el altruismo, y escribe como lo realizado... nunca te faltarán apoyos más tarde o más temprano.
Como dice el refrán: Hay que sementar para recoller.
Bicos dende as terras do Miño.
escribe,escribe para nosotros!! porque tus palabras me hiptnotizan!!!
ResponderEliminarun beso bonita!
Esas necesidad de existir en las palabras... del otro!
ResponderEliminarLinda entrada!
Besos!
Write, baby, write!
ResponderEliminarMe ha encantado, bella. ¡Gracias por tus vibras! Lo valoro muchísimo.
Regresé del retiro más enamorada de la vida, con muchísima esperanza en todo: en las personas, en la experiencia, en mí.
¡Me encantará compartírtelo un día de estos!
Siente un besazo. También te quiero mil :D