Comprando muñecas de porcelana
que me hagan reír con sus chistes.
Comprando payasos que susurren
palabras incomprensibles de noche.
Cambiando las palabras y
los tiempos remotos
del reloj de los días
donde la mancha
oscura de la luna
se vea en su máximo
esplendor.
Sumando los días
de las ausencias
reclamadas y
reclamando la
presencia del antagonista
de mis sueños
encantados.
Vendiendo muñecas de trapo
rotas por el paso del tiempo.
Vendiendo láminas de payasos
colgados de la pared que me rodea.
nunca me gustaron las muñecas de porcelana..... transmiten miedito :S
ResponderEliminarjaja!
un besazo preciosa!! que tal diciembre?
¡Hermosa! Pero qué gusto pasar a leerte de nuevo luego de regresar de viaje. Te había extrañado mucho, pero como ando a las carreras no he tenido ni un ratito libre para el Blog :(
ResponderEliminar¡Estoy segura de que será cuestión de una semana o dos para recobrar el ritmo!
Muchísima luz. También te quiero mucho :D