jueves, 16 de diciembre de 2010

Caja de muñecas

Comprando muñecas de porcelana
que me hagan reír con sus chistes.

Comprando payasos que susurren
palabras incomprensibles de noche.

Cambiando las palabras y
los tiempos remotos
del reloj de los días
donde la mancha
oscura de la luna
se vea en su máximo
esplendor.

Sumando los días
de las ausencias
reclamadas y
reclamando la
presencia del antagonista
de mis sueños
encantados.

Vendiendo muñecas de trapo
rotas por el paso del tiempo.

Vendiendo láminas de payasos
colgados de la pared que me rodea.

2 comentarios:

  1. nunca me gustaron las muñecas de porcelana..... transmiten miedito :S
    jaja!

    un besazo preciosa!! que tal diciembre?

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  2. ¡Hermosa! Pero qué gusto pasar a leerte de nuevo luego de regresar de viaje. Te había extrañado mucho, pero como ando a las carreras no he tenido ni un ratito libre para el Blog :(
    ¡Estoy segura de que será cuestión de una semana o dos para recobrar el ritmo!

    Muchísima luz. También te quiero mucho :D

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