Silencio. Soledad. Despedida.
Todo entre gritos ahogados de mi conciencia
que va llena de culpabilidad y ausencia.
La culpabilidad del otro, del segundo,
del tercero y así sucesivamente.
De ti. De tus mentiras, de tus menciones
absurdas y de tus falsas palabras.
De las moralejas sin cuento.
Regreso de pensamientos carentes
de sentido.
Preguntas sin respuesta.
Suena una canción en la gramola
del bar de la cuarta o quinta avenida
de algún lugar lejano, vacío...
Me faltas. Me faltan tus días, tus noches.
Olvido. Llega el olvido que borra
mentes. Llega el olvido del tiempo.
Tiempo que pasa, que se fuga,
que se muere, que se duerme.
Llegaste y te fuiste.
Silencio. Soledad. Despedida.
Todo entre gritos ahogados de mi conciencia.
Muchas gracias por pasarte por mi blog y por seguirme! Me alegro de que te gustase la entrada. Tu escribes genial:) Un besito desde http://pormiitripa.blogspot.com/
ResponderEliminarPor cierto, te sigo!;D
Ay, duele leerte. ¿Todo bien, bella?
ResponderEliminarMucha luz, desde el corazón de mi corazón.
Me gusta la forma en que llevas el poema, como la vida misma: un inicio, un medio y un final. me gusta.
ResponderEliminarllevaba tiempo tiempo sin venir por haber estado vagando por el mundo y a mi regreso sigo encontrando tus letras tan llenas de vida y tan subyugantes como siempre.
ResponderEliminarEs un placer retomar mi lectura a tu blog.
Un abrazo en la distancia
"gritos ahogados de mi conciencia"
ResponderEliminar*_*